Elegant Gathering at an ACCOR Hotel
DIARY OF A LONG BAR

Los días de gloria de Varsovia

Desde fiestas elegantes de finales de siglo hasta deslumbrantes bailes de entreguerras: si las paredes del Long Bar de Raffles Europejski Warsaw pudieran hablar, ¿qué historias glamorosas susurrarían? Hemos explorado los archivos para averiguarlo...

CUENTA LA LEYENDA que cuando los Rolling Stones tocaron en Varsovia en 1967, bebieron tantos shots de vodka en el bar de Europejski Hotel que tuvieron que volver a sus habitaciones gateando. Aquellas muestras de desenfreno han quedado en el olvido: cuando el hotel fue restaurado hace más de una década, el bar se transformó en el elegante Long Bar, cuyas historias hoy evocan una época de bailes deslumbrantes, fiestas brillantes y sofisticadas veladas de Varsovia de finales del siglo XIX y principios del XX. 
 
Inaugurado en 1857, Europejski se había hecho famoso por sus fiestas de Nochevieja, inmortalizadas en la novela clásica del siglo XIX, “La muñeca” de Boleslaw Prus, y populares entre escritores, poetas y artistas como Jozef Chelmonski y Witkacy, que tenían allí sus estudios. Sin embargo, nada brilló más en la escena social de Varsovia que sus bailes anuales de moda, celebrados entre las dos grandes guerras, cuando la glamorosa capital polaca se ganaba el apodo de “París del Norte”.

Elegant Ballroom Waltz

Los bailes, 16 en total, se concibieron originalmente para promocionar las exclusivas casas de moda, las boutiques de ropa, los talleres de sastrería y las peluquerías de la ciudad. Allí, las grandes bellezas de la sociedad —aristócratas, actrices, estrellas de cine y bailarinas— bailaban, brindaban con champán y se alineaban en las escaleras para que las fotografiaran con sus mejores galas, todas compitiendo por el título de Reina del Baile. Este era el máximo reconocimiento, tanto para la vanidad de la ganadora como para los diseñadores de sus atuendos, ya que podía garantizar el éxito de sus negocios. Los registros se conservaron meticulosamente: en 1929, por ejemplo, sabemos que la ganadora fue una artista de cabaret y actriz Zula Pogorzelska, envuelta en una espectacular crinolina de colores rosa y azul por el famoso atelier Gustaw Zmigryder. 

Woman in Evening Gown

Es probable que la reina mejor recordada, gracias a una serie de fotografías cargadas de erotismo, fuera la actriz Nina Andrycz, que fue galardonada con la corona en 1938; la más conmovedora, porque fue la última reina, fue Maria Malicka, una actriz y propietaria de teatro, que lucía una crinolina confeccionada con el encaje más delicado de la casa de moda Goussin Cattley. Mientras tanto, el título de la “Señora más hermosa de Varsovia” ese año fue para la bailarina y actriz Loda Halama, que llevaba un vestido rosa adornado con flores silvestres del atelier Lucyna. 

Ocho meses después estalló la Segunda Guerra Mundial, y los Bailes de Moda, junto con la mayoría de los ateliers, desaparecieron para siempre. Pero su espíritu festivo sigue vivo en Raffles Europejski Warsaw, grabado en cada rincón del edificio, y Nina Andrycz, vestida para el baile de moda, permanece como uno de los símbolos más bellos de la época dorada de Polonia.

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